jueves, 9 de octubre de 2014

Risotto de setas con parmesano

Risotto con parmesano, vino blanco  y setas - el gastrónomo - el troblogdita

Ingredientes (para 4 personas)

· 400 gr. de arroz
· 250 gr. de setas
· 100 gr. de queso parmesano
· Aceite de oliva o mantequilla
· ½ cebolla
· 1 pizca de sal y azafrán
· ½ vaso de vino blanco
· ½ litro de caldo (pollo o verduras)

· 2 dientes de ajo
· 1 puñado de perejil
· 1 pedazo de pimiento choricero (opcional)


Receta

1. Troceamos la ½ cebolla en trocitos muy menudos y la ponemos a dorar en una sartén ancha y profunda con un par de cucharadas de mantequilla (o aceite de oliva). En este paso podríamos incluir un trocito de pimiento choricero dulce y machacado, para tostarlo en el mismo aceite (o mantequilla) en el que estamos haciendo el sofrito: dará color y sabor dulzón que contrasta de maravilla con el parmesano y el vino blanco.

Aquí hemos de decidir también si queremos sofreír el ajo (en trocitos menudos también) o lo añadimos al final machado con el perejil. La diferencia entre uno y otro es que en la segunda opción encontraremos trocitos de ajo, cosa que no a todos gusta.

2. Mientras se hace la cebolla ponemos ½ litro de caldo a calentar.

3. Una vez dorada decidiremos si dejamos la cebolla o la retiramos dejando la mantequilla con el sabor de ésta (el resultado es muy parecido, aunque si dejamos la cebolla ablandaremos mas el arroz, cosa conveniente en esta receta).

4. Añadimos azafrán (para tostarlo levemente) y el arroz. Los freímos un poco. En este momento podemos introducir las setas troceadas para que se doren un poco. A penas dos minutos a fuego medio. Las setas, obviamente, las habremos eliminado el tallo, laminado y lavado con abundante agua fría.

5. Añadimos el vino blanco y el azafrán (en este paso incorporaríamos el machado de ajo y perejil si hubiéramos optado por machar el ajo en vez de incluirlo en el sofrito).

6. Sin dejar de remover el arroz vamos añadiendo el caldo caliente. (Importante que esté caliente para no romper la cocción). Incorporamos también un poquito más de mantequilla (al gusto).

7. Mientras quedamos el arroz hirviendo rayamos el queso y un poco antes de sacarlo del fuego añadimos parte del queso y volvemos a remover. A estas alturas el arroz tendría que estar “empastado”, esto es: ni suelto ni mazacote, ligado por el caldo, el vino, la mantequilla y el queso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario